Muere Nestor…

¡Chau, me fui!

Lo que acaba de suceder ayer con el fallecimiento de nuestro ex presidente debería ser a las claras una muestra de vulnerabilidad para todos aquellos psicópatas enfermos del poder, debería demostrarles que aunque uno logre amasar una fortuna económica o logre acaparar una cantidad enorme de poder en un lapso muy corto de tiempo, a veces no sirve de nada.

Estoy convencido de que esta clase de gente nunca disfruta de lo que posee ya que si así fuera, no pretendería tener más.

Y de repente ahí lo tenemos, muerto.
¿Y de qué le sirvió a él toda su soberbia, su verborragia? ¿De qué le sirvió a él todo eso que tuvimos que soportar y que todavía lo tenemos que seguir haciendo por parte de su viuda a modo de extensión post-mortem? De nada, porque al otro lado uno no se lleva nada, solo las experiencias vividas.
Y aún así tiene suerte. Porque del otro lado lo espera un Dios infinitamente misericordioso dispuesto a perdonar a cualquiera que realmente esté dispuesto a reconocer sus desaciertos.

Ojalá Dios lo ilumine y lo haga recordar  que su pasaje por este infierno terrenal no fue de lo más ilustre.

Requiescat In Pace

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